La historia de Třebíč está unida a la fundación del monasterio benedictino en el año 1101. Gracias a su ubicación a las orillas del río Jihlava y a la generosidad de los fundadores, la ciudad se convirtió pronto en un centro importante de vida religiosa y educación. Actualmente es un importante centro económico, administrativo, político y cultural del sudoeste de Moravia. Ofrece una rica variedad de posibilidades de ocio activo en el pintoresco entorno de la región sotomontana de la meseta bohemio-moravia de Vysočina. La ciudad solía ser un centro de cultura judía en Moravia, mientras que el barrio judío, excepcionalmente conservado, constituye un testigo mudo de la convivencia en el lugar de judíos y cristianos. El trayecto en busca de monumentos le llevará en esta localidad al barrio judío y también a la Basílica de San Procopio, que fueron inscritos en el año 2003 en la Lista de la UNESCO.
Inicie la visita de la ciudad en la torre de la ciudad, que cuenta con una altura de 35 metros y desde donde podrá disfrutar de una excelente vista sobre la población. Desde aquí diríjase por la calle Haskova hacia la plaza de Karlovo náměstí, pasando junto a la casa Malovaný o casa pintada y el conjunto escultural de los misioneros Cirilo y Metodio, para llegar por una pasarela hasta el barrio judío. Además de sus sinuosas calles visite también la sinagoga Zadní en cuya exposición se encuentra una maqueta del barrio judío tal y como era en el año 1850. Continúe su nuestra visita subiendo al Hrádek, donde podrá gozar de una espléndida vista en el lugar donde se encuentra el monumento a Jan Žižka. La siguiente excursión será para visitar el cementerio judío, tras lo cual llegará al antiguo monasterio benedictino del año 1101, convertido actualmente en un palacio. La basílica de San Procopio y el Museo de Vysočina también forman parte del recinto del palacio, pudiendo poner punto y final aquí a la visita de la ciudad.
Un sendero de trazado fácil, adecuado para familias con niños conduce hacia los molinos sobre el río Jihlava. Parta desde el centro de la ciudad siguiendo el itinerario rojo a contracorriente del río Jihlava. Pase junto al balneario Říční hasta llegar a Poušov y después prosiga en dirección al molino de Paleček en Sokolí, donde encontrará una vinatería ecuestre con la posibilidad de montar a caballo. El regreso podrá realizarlo deshaciendo el mismo camino o volviendo a Třebíč en tren desde la estación de Krahulov.
La visita del entorno de Třebíč en bicicleta es posible partiendo desde la misma población por un terreno relativamente fácil. Entre las muchas posibilidades existentes, podemos recomendarle la visita de las reservas naturales de Ptáčovský kopeček y Kobylinec cerca de Trnava. Los ciclistas más osados pueden prolongar el trayecto hasta Budišov, donde vale la pena visitar el palacio renacentista del lugar y su extenso parque.
La visita del paisaje que bordea el río Jihlava es una excursión en coche que puede iniciar en la granja de cabras de Ratiboříce. Otros de los objetivos pueden ser el palacio de Jaroměřice nad Rokytnou, la fábrica de cerveza de Dalešice, donde encontrará una exposición dedicada a la fabricación de cerveza, el centro de información turística de la central eléctrica nuclear de Dukovany, la Estepa serpentina de Mohelno, la playa de Hartvíkovice o el mirador de Babylon u Kramolína. Finalice su excursión en el palacio de la población de Náměšť nad Oslavou.
Los monumentos de la UNESCO en Vysočina pueden recorrerse en coche en un fin de semana. Un triángulo imaginario con lados de aproximadamente 40 km de longitud unen el centro histórico de Telč, la iglesia de peregrinación de San Juan Nepomuceno en Zelená hora, municipio de Žďár nad Sázavou, la Basílica de San Procopio y el barrio judío de Třebíč. Cualquiera de las ciudades mencionadas podrá ofrecerle alojamiento.
El valle del río Rokytná une Moravský Krumlov e Ivančice mediante un romántico valle, que yace bajo empinadas colinas de conglomerados minerales, declaradas como la Reserva Nacional Natural de Conglomerados Krumlov-Rokytná. En Moravský Krumlov es psoible visitar también, entre otras cosas, la exposición de la epopeya eslava del internacionalmente famoso pintor modernista Alfons Mucha.
El valle del río Oslava y Chvojnice es una excursión algo más compleja que atraviesa la Reserva Nacional Natural del Valle de Oslava y Chvojnice. Por este lugar transcurre un camino rocoso justo sobre un río con abundantes saltos y bosques frondosos, pudiendo disfrutar de vistas irrepetibles a profundos valles fluviales. Podrá completar la excursión con una visita al palacio de Náměšť nad Oslavou y poner punto y final en el Memorial de la biblia de Kralice.
La excursión por el valle del río Brtnička es fácil y adecuada para familias con niños. Parte desde Přímělkov o Dolní Smrčné hasta las extensas ruinas del castillo de Rokštejn. Desde aquí continúe por el valle del Brtnička hasta la población de Brtnice. Cabe destacar aquí el palacio renacentista, dos puentes barrocos a través del Brtnička y el museo del arquitecto vienés Josef Hoffmann ubicado en su casa natal.
La Estepa serpentina de Mohelno y las ruinas del castillo de Templštejn es una excursión de dificultad media que le llevará desde Mohelno hasta una reserva natural con una flora y fauna únicas. Desde aquí y a través de las formaciones rocosas románticas de Na Babách llegará a las ruinas del castillo gótico de Templštejn, que data de finales del siglo XIII y está situado a bastante altura sobre el valle del río Jihlava. El castillo fue construido por la orden de los templarios.
Después de visitar la presa de Dalešice podrá realizar una excursión con la embarcación turística Vysočina. Esta barca parte desde Kramolín y realiza un trayecto de ida y vuelta hasta el elemento más imponente de la zona central de la comarca de Jihlava, la roca de Wilson. Durante la navegación quedará cautivado por las vistas sobre rocas con formas románticas y sobre las que se erigen restos de castillos medievales. Podrá finalizar la visita con un baño y un refrigerio en la plaza de Hartvíkovice.